sábado, 2 de septiembre de 2017

La JuBiLaCióN.



Desde hace unos días he pasado a engrosar el grupo de pensionistas español.

Me hubiera gustado poder jubilarme a la edad correspondiente, como casi todo el mundo, pero el cáncer y la peritonitis me han llevado por otros derroteros.

Un sendero desconocido para mí éste de la inactividad profesional, pero que acertádamente los médicos han decido darme, porque saben que durante largo tiempo no podré trabajar.

Han sido más  de veinte años dedicándome a lo que me gusta, la Restauración y Conservación de documentos y encuadernaciones. Durante éstos años de actividad he trabajado para muchas instituciones y otros tantos particulares. He conocido a mucha gente muy diferente y he intentado siempre hacer las cosas lo mejor posible. Porque siempre he sido una perfeccionista.

Ya llevo un año de baja, sin poder trabajar debido a mi enfermedad. 

Aunque mis manos han perdido la destreza que tenían, mi mente continúa como siempre, incansable, imparable, inventando cosas contínuamente, unas veces son ideas locas y otras no. Pensando en hacer ésto o aquello, aún no es consciente de que el resto del cuerpo no la acompaña. Pero lo que está claro es que aunque mis manos no puedan realizar todas esas ideas que se me ocurren, mi creatividad está intacta, porque forma parte de mi adn. Sin ella, no sería yo.

Tengo que aprender a caminar por éste nuevo camino, que ahora se me antoja inseguro, como de arenas movedizas.

Esta es otra parte de nuestra historia que debemos aceptar, sin pensar demasiado. Porque como siempre, la vida nos irá enseñando el camino.



                                                                         Paula Cruz Gutiérrez.

No hay comentarios: