martes, 7 de noviembre de 2017

ESoS DoLoReS Que Me MaTaN.





Desde hace varios días, mi cuerpo arrastra un cansancio que no es normal (o tal vez sí). Mis ojos son incapaces de abrirse cuando suena el despertador por la mañana y he de levantarme para despertar a los niños. Así pasa, éstos dos últimos días han llegado de los últimos al colegio.

Pero ese cansancio que arrastro se acentuó mucho más ayer. Un cansancio demoledor que me impedía abrir los ojos y que me obligaba a caminar arrastrando los pies. No se si será cosa sólo de mi organismo o influirá algo el que por fin haya cambiado el tiempo. Pero lo cierto es que me duelen todos los huesos y cada una de mis articulaciones.

Mi baja energía se hace más notoria en compañía de mis hijos, porque mi energía al lado de la suya es nula. Su corta edad hace que sean incombustibles.

Hoy al levantarme, me he dado cuenta de que no podía caminar. No puedo flexionar la rodilla izquierda, el dolor es tan fuerte que me entran ganas de llorar. Me he tomado un calmante fuerte, pero aún así el dolor persiste y me he pasado la mayor parte del día en el sofá, incapaz de poder moverme. Mi día de hoy ha pasado con más pena que gloria.

Ha llegado la noche y lo único que espero es levantarme mañana mejor. Que éste dolor se vaya tan de improvisto como ha venido.


                                                                        Paula Cruz Gutiérrez.




No hay comentarios: